Historia

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 Su actual nombre deriva del musulmán "Al-Koliah", que significa "el castillejo", pequeña fortaleza. No obstante la denominación que la villa tuvo en la antiguedad aún resulta un enigma para los filólogos más estudiosos.

En la zona de Alcolea se encuentran importantes restos arqueológicos, debido al emplazamiento en la zona de dos poblamientos romanos, Arva y Canama, dedicadas sobre todo al comercio fluvial y a la alfarería, surtiendo de ánforas de vino y aceite al tráfico entre la bética y el imperio romano, por tanto, Alcolea posee un importantísimo legado arqueológico que se puede corroborar con la visita a las ruinas de la ciudad romana de Arva, situada a cinco kms. del pueblo en la zona del molino de "la Peña de la Sal". También lo observaremos en el Molino "Peña de la Sal" en la margen derecha del Guadalquivir, fueron molinos harineros en la época árabe, junto a los que se conservan cinco hornos alfareros romanos. Destacamos también los restos de la antigua ciudad romana de Canama, situada en la zona de "la Mesa", al norte del pueblo, que fue de gran importancia por la cantidad de tumbas encontradas. Visita recomendada es también la de los bellos molinos árabes de "La Aceña", en la orilla del río Guadalquivir y muy bien conservados.

La reconquista se hizo en 1.247, por los ejércitos cristianos mandados por el prior de San Juan. Por ese motivo fue donada a la Orden Militar de San Juan de Jerusalén. Al parecer esta pequeña fortaleza resultó ser un emplazamiento importante, estratégicamente hablando, cuando Fernando III el Santo preparaba la conquista de Sevilla.